CRIMEN EN EL LAGO TEXTOSO
Un fin de semana largo, me fui de viaje
a El Lago Textoso. Allí una amiga me
contó una historia que me hizo congelar la sangre.
Todo comenzó cuando la joven e inocente
azteca, Juanita, se enamoró de un apuesto oficial de las tropas españolas. Un
amor tan profundo, que ha ella no le importó entregarse en cuerpo y alma,
dándole a Rigoberto tres preciosos hijos de piel tan blanca como la leche.
Los años iban pasando y la azteca
parecía cada vez mas convencida de que su amado español iba a pedirle que se
casara con ella de un momento a otro; pero nada de eso sucedió, ya que
Rigoberto al igual que sus compañeros decidió casarse con otra señorita de su
misma sociedad.
Juanita loca de los celos y movida por
un gran impulso, sacó a sus tres hijos del hogar, que hasta hace pocos días
habían compartido con el español, se los
llevó hasta un lugar donde las aguas del lago se batían violentamente contra
las rocas. Sin pensarlo un momento les dio un gran empujón a los chiquitos que
se perdieron inmediatamente en los embravecidos remolinos, saliendo ella sin
rumbo fijo.
Horas después cuando se dio cuenta del
terrible crimen que había cometido, subió hasta lo más alto del volcán Popocate
Petl y se lanzó al ardiente cráter. Desde ese mismo día, cientos de personas
afirman escuchar en lo más profundo de la noche, unos terribles gemidos de una
mujer llamando a sus hijos perdidos.
Autora: ELUNEY
TRINCHERY
5º grado T.M
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